¿Y las que no somos madres?
CONCEPCIÓN
Korina Calderón Gastélum
8/29/20252 min read


Foto: Pixabay
"Tuve claro que en una sociedad patriarcal ser mujer e independiente era raro y sospechoso"
Cristina Peri Rossi
Ganadora del Premio Miguel de Cervantes 2021
Cito a Cristina porque sus palabras me sirven. Las pronunció emocionada al recibir el premio.
En este mes que se celebra el Día de las Madres, en un acto irreverente, agrego a su dicho que a las mujeres que no tenemos hijos, no solo se nos considera raras sino sujetas de compasión.
Debe de ser terrible ser empático con tantos seres humanos porque estamos en todas partes, ojalá un día se acostumbren. Tal vez ello todavía no suceda el próximo diez de mayo y cuando nos encuentren piensen en la tierra seca.
No se preocupen nosotros sí estamos acostumbradas a recibir miradas que nos despojan de la fertilidad, pero no por eso dejamos de engendrar hijos que no son de carne y hueso, la lista es larga: carreras profesionales, empresas, libros, obras, amores, amigos, familia.... ¿No se dan cuenta? Sus padres son una decisión voluntaria o la imposibilidad de crear vida. Nada singular, nada que nos duela o disfrutemos como simples mortales, igual que ustedes... ¿Entonces porqué piensan que somos desgraciadas?, ¿acaso olemos a amargura? Somos como cualquiera, no se confundan.
Además, no pueden liberarse de nosotras porque seguiremos deambulando a su lado aunque nos consideren anormales. Quizás un día dejen de juzgarnos y nos entiendan. Solo entonces sabrán que en algunos casos ha sido difícil, en otros, no. No es bueno, no es malo, es.
Si quieren escucharnos les podemos decir: No importa qué elección hicimos, lo deseable es que la hubiéramos hecho sin despertar sospechas.
Como ven, nos gusta la libertad, hemos aprendido a escapar y nuestras manos aún tienen muchos nudos que deshacer, ¡ayúdenos! ¿Saben?, tomar un niño en nuestros brazos nos conecta con la luz y con la naturaleza. No importa que no haya crecido adentro de nosotras, reitero, a muchas nos hubiera encantado, a otras, no. ¿Por qué es tan difícil aceptarlo? Si nos observan verán que somos como los de la canción de Mecano Un año más: "Marineros, soldados, solteros, casados, amantes, andantes y alguno que otro cura despistado. Somos comunes y corrientes, solo que nadie nos llama madres a pesar de que en ocasiones nos toca serlo de varios.
En dos días que estén celebrando a un pedazo del mundo femenino voltéenos a ver. Estaremos abrazando a nuestras madres, a nuestras amigas y hermanas y a las que trajeron al mundo a nuestros ahijados. Percibirán que nuestra complicidad huele bien, sabe dulce y tiene años reproduciéndose. No importa que la infertilidad nos tomará por sorpresa y que de nada sirvieran los coitos programados y las inseminaciones. También caerán en una cuenta: las que rechazaron la maternidad siguen teniendo vida, la construyen en el trabajo, en el amor, en la solidaridad, en el miedo, en la fortuna, en la derrota, en el abandono, ahí, en los lugares donde la hacemos todos. Cuando terminen de observarnos se irán tranquilos porque, como ustedes, hemos estado rodeadas de madres amorosas y de mujeres y hombres extraordinarios.
En la otra celebración estarán las expectativas de la sociedad, los roles que nos han asignado, los estereotipos, la presión social y los prejuicios. En esa reunión solo se crean abismos. Mejor vaguemos distraídos y dediquemos el tiempo a preparar un platillo suculento para celebrar la vida al lado de nuestras madres. No equivoquemos los ingredientes. Organicemos solo una fiesta y salgamos con una nueva imagen, aquella que represente todas las posibilidades que encierra ser mujer.
