Playa Ventura
SIENTO Y ORIGINO
Mariana Gutiérrez-García, conmovida
11/30/20223 min read
Tortugas. La aventura de su nacimiento
Un poco más al sur de Acapulco, en el estado de Guerrero, se encuentra Copala, un municipio pequeño cuyo nombre significa “donde abunda el copal”. El copal es un árbol que históricamente ha formado parte importante de la cultura mexica ya que de este se obtiene una resina que al quemarse además de oler muy rico, sirve para ofrendar, agradecer y limpiar el espacio. Estos árboles se encuentran en las tierras opuestas al mar en las selvas bajas tropicales.
En la costa, entre algunas playas con las que cuenta Copala, destaca la Colonia Juan N. Álvarez, mejor conocida como “Playa Ventura”. Un poblado fundado en la década de los 40 pero registrado hasta 1949, con una historia social un tanto complicada, donde actualmente, además de seguir con la agricultura y la comercialización de copra (pulpa de coco desecada al sol), existen campamentos tortugueros que se encargan entre muchas cosas, de proteger a las tortugas que llegan a las costas para desovar, a los nidos y los huevos en las playas, y a las tortugas que recién salen de su huevo en busca del agua para ir a mar abierto.
Las tortugas son de los grupos animales más antiguos que existen sobre el planeta, con maravillosas adaptaciones en sus cuerpos y con poblaciones muy grandes, aunque claro, no tanto como hace unos años debido principalmente a la intervención humana con el saqueo de nidos, captura en redes de pesca, destrucción de las zonas donde ponen sus nidos y la contaminación del mar.
Hay ocho especies en el mundo, de las cuales siete están presentes en México y dos en Guerrero: la tortuga Golfina y la Laúd, la tortuga marina más grande. Por eso la importancia de estos espacios donde se encargan de hacer registros importantes sobre las poblaciones, donde se realizan capacitaciones técnicas para el cuidado y manejo de los nidos y tortugas, y donde se busca hacer educación ambiental para involucrar, tanto a la gente que ahí vive como a todos los que visitan en la conservación de estos animales.
En Playa Ventura en el año 2000 surgió un programa para la protección y conservación de las tortugas marinas mexicanas que operó durante al menos 7 años difundiendo información sobre la problemática y colaborando con los campamentos. Y aunque actualmente ya no opera como tal ese proyecto, los diferentes campamentos tortugueros que ahora existen en la zona, siguen buscando hacer de esas playas un mejor lugar para la anidación de estas tortugas y que el camino al agua de las tortugas pequeñas sea de mejores formas.
Y es que entre las diferentes etapas de vida de las tortugas marinas, la forma en que llegan las crías al agua es importante. Debido a que anidan en la misma playa donde nacieron, las tortuguitas hacen un mapa de las estrellas, registran olores y el camino que toman para saber volver cuando sea tiempo de poner sus propios nidos. Sin embargo, si al nacer sólo ven luces artificiales de los hoteles cercanos y están rodeadas de basura, después no podrán encontrar el camino a esa playa. Mucho menos si se encuentran con depredadores que se las coman o las recojan para su venta.
Por eso y por los demás retos a los que se enfrentan las tortugas en otras etapas de su vida, es que lo que se realiza en un campamento tortuguero es tan importante. Las tortugas cumplen un papel regulador en el ecosistema al alimentarse de animales como las esponjas y medusas, porque remueven la arena y trasladan nutrientes. Y al aportar a estos lugares que cuidan de ellas, estamos ayudando un poquito a que ellas sigan viniendo a nuestro país en su etapa reproductiva permitiéndoles seguir nadando durante muchos años.
Si deseas conocer más sobre un campamento tortuguero o sobre cómo puedes acercarte a conocer a las tortugas, te invito a contactar al Campamento Tortuguero Los Quelonios.
Playa Ventura y sus enormes rocas.
Fotografía de Mariana Gutiérrez-García
Crías de tortuga Golfina listas para su liberación en el campamento tortuguero Los Quelonios.
Fotografía de Mariana Gutiérrez-García.