Meditación
SOY Y PERTENEZCO
Maestra Paulina Seguí Vizcaíno
4/29/20222 min read
Tener miedo es natural y aprender a regularlo ¡también! Saber cuando tengo que correr para alejarme y cuando la situación que estoy viviendo no es para tanto me ayuda a poder pensar mejor y tomar decisiones amorosas para mi y los de mi alrededor.
La respiración se da a nivel celular, específicamente en la mitocondria ahí es donde el oxígeno se transforma en ATP (adenosin trifosfato) la energía que todos los seres vivos del planeta compartimos. El oxígeno lo tomamos del aire de la atmósfera, entra por la nariz donde se calienta a la temperatura de nuestro cuerpo, pasa por la laringe (garganta) entra por la tráquea a los bronquios y de ahí como si fueran raíces de árboles se ramifica en los bronquiolos hasta llegar a los alvéolos. En los alvéolos el gas(oxígeno) pasa a la sangre y se une a los eritrocitos (unas células de la sangre) que son las encargadas de llevar a cada una de las células de nuestro cuerpo este oxígeno el cual dentro de la célula, en la mitocondria, lo convertirá en energía. Y le dará como desecho: dióxido de carbono el cual regresará a los pulmones que saldrá hacia la atmósfera en la exhalación.
Te invito a que te pongas cómoda, cómodo, puede ser sentado con la espalda bien derecha o acostado, ¡sin quedarte dormido! y te concentres en tu respiración. Imagínate como el oxígeno entra por tu nariz, si te es más fácil puedes imaginarte una burbuja, un color, un olor especial y como va pasando por cada uno de los órganos, por la faringe, traquea, bronquios hasta llegar a los alvéolos. Aquí te dejamos un dibujo del sistema respiratorio para que lo puedas imaginar más fácil
Imagínate cómo después de los alvéolos entra a la sangre, se une a los eritrocitos y viaja por todo tu cuerpo, dejando cada oxígeno en cada célula y llevándose dióxido de carbono. Y en la exhalación imagina como ese dióxido de carbono viaja por la sangre llega a los alvéolos, bronquiolos, bronquios, sale por la tráquea y de ahí por la nariz a la atmósfera.
Hazlo despacio varias veces, cada vez que te acuerdes, empieza a practicarlo cuando estés tranquila y así podrás recordarlo más fácil cuando tengas miedo. Comienza con una respiración normal y ve aumentando el tiempo en que te das cuenta como entra el aire, permanece en los pulmones, sale el aire y te quedas sin nada adentro (respiración en 4 tiempos) inténtalo, practicalo, diviértete.
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Colaboración: Hada Paulina Vargas, Planta Mariana Gutiérrez García