Acompañar las heridas y otros síntomas en el mundo animal
MI AVENTURA POR EL QUIROFANO
Mariana Gutiérrez, de niña veterinaria
12/27/20233 min read
Nosotros como humanos tenemos diferentes formas de curarnos una herida y atender otros malestares. Ya sea que solitas en casa usemos de lo que sabemos que podemos utilizar para taparla, hacer que deje de sangrar, para pegarla un poquito, que duela menos… O vamos con algún médico o alguien que sabe cosas de medicina para que nos cure. Y a nuestras mascotas las llevamos al veterinario. Pero, ¿te has preguntado cómo sanan sus heridas los animales en la naturaleza?
Un mecanismo inicial y muy común en muchos grupos de animales, es utilizar la propia saliva para aliviar la irritación, el dolor y hasta puede ayudar a que las heridas se recuperen más rápido. ¡Esto porque la saliva tiene propiedades antibacterianas! y que promueven la creación de las sustancias curativas del cuerpo. Sin embargo, las bacterias de la boca son otro asunto y pueden también contaminar, además de que si hay mucho movimiento sobre la herida, puede que no se le permita cerrar.
Además de las heridas en la piel, en la naturaleza los animales atienden lo que les pasa de maneras muy distintas. Para deshacerse de los molestos mosquitos y de las enfermedades que transmiten, las águilas harpías utilizan en sus nidos hierbas que los ahuyentan para proteger a los polluelos, y los lémures utilizan un ciempiés que libera un gas que mata mosquitos y que a ellos no les afecta.
El colobo rojo, un primate africano, come carbón que roba de las aldeas de humanos para aliviar los síntomas de haber comido hojas de almendro y mango que son muy venenosas. Los loros comen mucha fruta y algunas contienen químicos que les pueden caer mal, así que comen un poco de arcilla de las paredes donde viven.
Y tantos tantos ejemplos más.
Lo que es un hecho, es que entre mamíferos (nosotros somos mamíferos), quizá la “receta” más importante para curar una herida, es la compañía de algún miembro de la familia o del grupo. Le recuerdan a quien está herido que el peligro ha pasado, que hay quienes lo cuidan y lo protegen, y que es parte de una comunidad. Así, con amor y compañía, es que podemos dejar al tiempo y a la sabiduría del cuerpo actuar para que todos los mecanismos maravillosos de la naturaleza se pongan en acción y pueda sanar o regenerarse lo que tenga que sanar.
Entonces, las lamidas grupales, los baños con plantas, los juegos en el lodo, tienen además del efecto de la sustancia, el efecto de compartir entre todos los cuidados. Me viene poder hacer la invitación a ver en el proceso de curación, los momentos en que podemos estar cerca de quienes queremos.
Podemos darnos cuenta de que muchas cosas de la medicina y de la ciencia las aprendimos al ver a otros animales. Desde plantas que se consumen para desparasitarse, frotar ciertas plantas para cicatrizar más rápido, antídotos que quitan la inflamación, soltar partes del cuerpo y tantas otras. Observamos y estudiamos las capacidades que tienen de regenerarse, de saber elegir lo que comen o utilizan en diferentes momentos o no, qué es lo que hacen para tratar heridas, para sentirse mejor cuando se sienten mal o para ayudar a algún compañero en apuros, entre otras cosas. Hablaremos de eso en otra entrada, mientras les invito a ver este video de delfines que se frotan la piel con corales para evitar infecciones: https://www.science.org/content/article/these-dolphins-might-be-self-medicating